9/6/08

Primera Nota sobre el suicidio de los pajaros

Los redondos llegaron saltando, felices con sus líneas curvas, conformes y contentos, eran anaranjados, redondos y anaranjados, les tenían cariño a los cuadrados, cuadrados y azules, y como les tenían cariño los esperaban, los redondos anaranjados esperaban a los cuadrados azules. Los esperaron una hora, los esperaron dos horas, los esperaron un día, tenían ganas de irse rodando. Llegaron saltando y se querían ir rodando, porque saltaban cuando estaban felices, conformes y contentos, y rodaban cuando estaban tristes, inconformes y amargados. Pero no rodaron, se quedaron esperando a los cuadrados azules, los esperaron hasta que dejaron de sentir el tiempo, los redondos, redondos y anaranjados, ya no tienen tiempo, no saben cuanto se demoran saltando, ni cuanto se demoran rodando, y por eso ya no saltan y ya no ruedan, se han quedado estáticos, y se han ido oscureciendo, ya no son anaranjados, redondos y anaranjados, ahora son solo redondos, redondos y ya.
Todo por esperar a los cuadrados azules, que siguen siendo azules.

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