28/6/08

Llueve

Me extravío.
El verdadero camino pasa por una cuerda, que no está tendida en el vacío, sino casi a ras del suelo. Parece más bien destinada a hacer tropezar que a ser recorrida.

Franz Kafka


"Salamandra, no queda ni leña mojada
Y este invierno eterno en donde nada crece..."

Cuando caminas por la ciudad sientes cada paso al caer sobre el agua como un latido. La lluvia lava las calles y los charcos se llenan de piernas, pies y grandes pedazos del cielo. La ciudad debería caerse, los edificios deberían derrumbarse. Pero nada pasa, o más bien, todo lo que pasa es como un fantasma, como el vapor del agua que se evapora con el sol de la tarde, que flota apenas sobre el suelo, con una parsimonia exasperante.

"...Estoy cavando un pozo para ver si hay agua
Y desde el cielo sólo baja un viento que azota..."

Cuando miras a las personas encuentras algo en sus sombras, algo como una necesidad de escapar, algo impredecible. Las sombras y los reflejos son gritos del alma, buscan escapar, envolverte. Los edificios pasan a tu lado, te metes entre sus ladrillos, entre sus sombras, se suceden y se esconden. Gritas.

"...Y si encuentro un espejo en donde estén mis ojos
Sólo tendré una pregunta por hacer…
¿Quién soy?"


Escucha: Existencialismo de PEZ

22/6/08

Tercera Nota sobre el suicidio de los pajaros

¿Que habrá dentro de los espejos? Me preguntaba cuando niño, era una pregunta parecida a la de, ¿que habrá dentro de la televisión?, mis respuestas eran muchas y variadas.
Cuando me paraba frente a un espejo, por momentos creía q era yo pero en otra dimensión y ambos nos comunicábamos por medio del espejo, nos decíamos lo mismo, nos entendíamos bastante bien, tanto como me entiendo ahora con mi reflejo. Luego desarrolle otra teoría en la que me planteaba que era algún ser malvado que quería que entrara en pánico, al verlo frente a mi imitando todas mis acciones, mis gestos, mi mirada, pero yo lo engañaba, cuando me ponía ante un espejo me transformaba jugaba a ser otro, para que ese ser malvado no pueda capturar mi alma. Porque el alma de uno esta en la cara, en la sonrisa, en el movimiento de los labios, en la forma de la nariz, en las arrugas de la frente, en si tienes o no agujeritos en los cachetes, en las orejas, en los granos, pero sobre todo y ante todo en los ojos, en la mirada, esa poderosa arma del individuo pluricelular del reino animal (porque a diferencia de la palabra, la mirada es un arma q también poseen los animales, desarrollada de distintas formas, claro esta). Entonces yo intentaba mirar de otra forma, mover mis labios de distinta manera a la habitual, en fin engañarlo, la verdad no se si lo logre, posiblemente si porque nunca mas volví a pensar q era un ser malvado, y cuando no lo crees simplemente no existe, así que supongo que lo engañe, pero a quien no engañe ni lograre engañar es a mi reflejo de hecho el me engaño todo ese tiempo haciéndome creer que era otra dimensión, o que era alguien que quería simplemente asustarme, pero lamentablemente el reflejo no es tan inofensivo, pero tampoco es malvado, es simple y llanamente un ladrón, pero el problema radica en que es lo quiere robar.
Niños y niñas lo que el reflejo quiere robar son nuestras almas, no enteras, solo pedacitos, nos saca pedacitos todas las mañanas y todo el tiempo q nos miramos frente a un espejo, de que manera, se preguntaran todos ustedes, pues es simple, muy simple…… (es tan simple q ahora no lo se).

16/6/08

Segunda Nota sobre el suicidio de los pajaros


Hay mañanas, hay domingos, en los que siento que el sol ya no calienta, que el viento ya no sopla, no quiero salir, no me quiero parar.
Me quiero quedar mirando el techo hasta que se me caigan los ojos, para no ver todas esas cosas que como agujas, pinchan mi alma, son pinchazos Chi quititos, suavecitos, pero constantes.
Los pinchazos me han quitado las ganas de gritar, de llorar.
Me están haciendo caer, es inevitable, cada día caigo en un agujero sin fondo,negro, no, mas bien gris con toquecitos de azul marino.
Es circular y a los lados tiene paradas, en las que descanso del trajín de caer. La hora de descanso es prácticamente la misma todos los días, en las noches cuando sueño, pero en las mañanas cuando despierto, una mano me empuja y sigo cayendo.
Un tiempo me acostumbre a caer, y lo deje de sentir. Pero ahora es insoportable, el agujero es cada vez mas ancho, la velocidad de la caída aumenta, las paradas están más lejanas, y ya no hay sueños.
Bueno, si, hay un sueño, pero uno solo, en el que estoy cayendo en un agujero sin fondo, me despierto y sigo cayendo, ya no puedo gritar, ni llorar, y giro y doy vueltas y ruedo y sigo ahí, no puedo salir.

9/6/08

Primera Nota sobre el suicidio de los pajaros

Los redondos llegaron saltando, felices con sus líneas curvas, conformes y contentos, eran anaranjados, redondos y anaranjados, les tenían cariño a los cuadrados, cuadrados y azules, y como les tenían cariño los esperaban, los redondos anaranjados esperaban a los cuadrados azules. Los esperaron una hora, los esperaron dos horas, los esperaron un día, tenían ganas de irse rodando. Llegaron saltando y se querían ir rodando, porque saltaban cuando estaban felices, conformes y contentos, y rodaban cuando estaban tristes, inconformes y amargados. Pero no rodaron, se quedaron esperando a los cuadrados azules, los esperaron hasta que dejaron de sentir el tiempo, los redondos, redondos y anaranjados, ya no tienen tiempo, no saben cuanto se demoran saltando, ni cuanto se demoran rodando, y por eso ya no saltan y ya no ruedan, se han quedado estáticos, y se han ido oscureciendo, ya no son anaranjados, redondos y anaranjados, ahora son solo redondos, redondos y ya.
Todo por esperar a los cuadrados azules, que siguen siendo azules.