6/12/08

Dioses

Parados, observando todo lo que se les fue
con la lluvia sobre los árboles,
esquivan las filosas gotas
de la sangre de la luna, fría.

Se les ha negado el sueño,
como si les bastara para escapar,
como si lo desearan.
Se les ha negado perseguir la noche.

Y el viento se ha negado a empujarlos.
Se quedaron en el desierto,
suplicando por las gotas que esquivaron,
con los ojos y las manos cerradas.


*Este, más que un fantasma, es una especie de poltergeist nacido de un cadáver de los irresponsables de este blog

26/10/08

cierta tendencia del cine de terror

¿Sacaste a la abuela? No, la metí. La pobrecilla se estaba mojando, se había quedado dormida en su silla azul, mientras tomaba el sol, claro que desacostumbrada al clima de Quito no se esperaba la lluvia. De hecho cuando despertó se quejo, que como puede ser posible, que ya nadie respeta el descanso, ni siquiera el cielo. Yo intente persuadirla explicándole que esa es una de las virtudes de la ciudad, la constante variación del clima, obviamente no quiso entender. ¿Y?. Y nada, me dijo que quería regresar a su amada Vilcabamba, que estaba arta del frio, que no le gustaba la ciudad, que extrañaba las estrellas, el silencio, sus perros, los arboles, la soledad. ¿Ytu?. Yo también me quede dormido solo que frente al televisor, pero estaba un poco raro, me quede pensando en mi sueño. ¿Qué sueño?. Mataba a la abuela, estaba sentada en su silla azul, solo que con sus perros, sus arboles, y su silencio. Y yo irrumpía abusivamente en ese silencio, con un cuchillo, disfrazado de mujer, creyéndome esa mujer, me acercaba lentamente, y cuando estaba cerca, la abuela ya no era la abuela, y ya no estaba sentada, estaba parada y desnuda, bañándose, acariciándose su pelo rubio, cuando abrí la cortina, yo ya no era un hombre que se creía mujer, ahora era un loco con un hacha, y la abuela era otra mujer ahora con el pelo negro, corría con su hijo rubio por la mitad de la nieve, huyendo de mi, entraban en una especie de laberinto, yo me acercaba con mi hacha y con mi cara de loco para matarla a ella y a su hijo. Cuando entre en el laberinto, la abuela volvia a ser la abuela y estaba sentada en nuestro jardín con su silla, ahí me desperté, vi la ventana, estaba lloviendo, y Sali corriendo a meterla a la casa.

29/9/08

Otra nota

Había pasado toda la noche mirando el punto negro del techo, lo vio tanto que hasta le dio forma, tiene cara de un viejo con los ojos tristes, ovalados, con las mejillas caídas, y la sonrisa desgastada, pensaba, pero ya le dolían los ojos, de tanto mirar.
No tenia otra opción porque cuando los cerraba, estaban esas líneas, que se movían hasta formar un punto, y se cortaban, formaban un punto, se estiraban, formaban un punto, mas puntos, una línea, mas líneas, un circulo, se partía, líneas, cuadrados, triángulos, rectángulos. No. No lo podía soportar, prefería que le ardieran los ojos al ver un solo punto con cara de viejo.

27/9/08

Algunas notas sobre el suicidio de los pajaros

I
Los Puntos que unen las líneas, que forman los cuadrados, cuadrados que se juntan y forman un cubo, cubo en el que puedo estar encerrado sintiendo frio, y soledad, durante muchísimo tiempo, esos puntos pueden también no formar nada y ser solo puntos, solitarios igual que yo dentro de mi cubo formado por puntos.

II
¿Que sentirán las uñas cuando se las corta? ¿Qué sentirá el pelo cuando se lo jala? ¿Qué sentirán los dientes cuando se los cepilla? ¿Qué sentirán las orejas cuando se las limpia? Espero que no lo mismo que siente el alma cuando se la estruja.

III
La muerte solamente es mala para los vivos, igual que el llanto para los que rien, y la lluvia para los que caminan con paraguas.

IV
Me estaba preguntando porque el viento sopla con mas fuerza en los días nublados y grises, no buscaba una razón meteorológica, ni física, de hecho no buscaba una razón, no busco una respuesta, solo quiero que deje de soplar, porque tengo frio.

28/6/08

Llueve

Me extravío.
El verdadero camino pasa por una cuerda, que no está tendida en el vacío, sino casi a ras del suelo. Parece más bien destinada a hacer tropezar que a ser recorrida.

Franz Kafka


"Salamandra, no queda ni leña mojada
Y este invierno eterno en donde nada crece..."

Cuando caminas por la ciudad sientes cada paso al caer sobre el agua como un latido. La lluvia lava las calles y los charcos se llenan de piernas, pies y grandes pedazos del cielo. La ciudad debería caerse, los edificios deberían derrumbarse. Pero nada pasa, o más bien, todo lo que pasa es como un fantasma, como el vapor del agua que se evapora con el sol de la tarde, que flota apenas sobre el suelo, con una parsimonia exasperante.

"...Estoy cavando un pozo para ver si hay agua
Y desde el cielo sólo baja un viento que azota..."

Cuando miras a las personas encuentras algo en sus sombras, algo como una necesidad de escapar, algo impredecible. Las sombras y los reflejos son gritos del alma, buscan escapar, envolverte. Los edificios pasan a tu lado, te metes entre sus ladrillos, entre sus sombras, se suceden y se esconden. Gritas.

"...Y si encuentro un espejo en donde estén mis ojos
Sólo tendré una pregunta por hacer…
¿Quién soy?"


Escucha: Existencialismo de PEZ

22/6/08

Tercera Nota sobre el suicidio de los pajaros

¿Que habrá dentro de los espejos? Me preguntaba cuando niño, era una pregunta parecida a la de, ¿que habrá dentro de la televisión?, mis respuestas eran muchas y variadas.
Cuando me paraba frente a un espejo, por momentos creía q era yo pero en otra dimensión y ambos nos comunicábamos por medio del espejo, nos decíamos lo mismo, nos entendíamos bastante bien, tanto como me entiendo ahora con mi reflejo. Luego desarrolle otra teoría en la que me planteaba que era algún ser malvado que quería que entrara en pánico, al verlo frente a mi imitando todas mis acciones, mis gestos, mi mirada, pero yo lo engañaba, cuando me ponía ante un espejo me transformaba jugaba a ser otro, para que ese ser malvado no pueda capturar mi alma. Porque el alma de uno esta en la cara, en la sonrisa, en el movimiento de los labios, en la forma de la nariz, en las arrugas de la frente, en si tienes o no agujeritos en los cachetes, en las orejas, en los granos, pero sobre todo y ante todo en los ojos, en la mirada, esa poderosa arma del individuo pluricelular del reino animal (porque a diferencia de la palabra, la mirada es un arma q también poseen los animales, desarrollada de distintas formas, claro esta). Entonces yo intentaba mirar de otra forma, mover mis labios de distinta manera a la habitual, en fin engañarlo, la verdad no se si lo logre, posiblemente si porque nunca mas volví a pensar q era un ser malvado, y cuando no lo crees simplemente no existe, así que supongo que lo engañe, pero a quien no engañe ni lograre engañar es a mi reflejo de hecho el me engaño todo ese tiempo haciéndome creer que era otra dimensión, o que era alguien que quería simplemente asustarme, pero lamentablemente el reflejo no es tan inofensivo, pero tampoco es malvado, es simple y llanamente un ladrón, pero el problema radica en que es lo quiere robar.
Niños y niñas lo que el reflejo quiere robar son nuestras almas, no enteras, solo pedacitos, nos saca pedacitos todas las mañanas y todo el tiempo q nos miramos frente a un espejo, de que manera, se preguntaran todos ustedes, pues es simple, muy simple…… (es tan simple q ahora no lo se).

16/6/08

Segunda Nota sobre el suicidio de los pajaros


Hay mañanas, hay domingos, en los que siento que el sol ya no calienta, que el viento ya no sopla, no quiero salir, no me quiero parar.
Me quiero quedar mirando el techo hasta que se me caigan los ojos, para no ver todas esas cosas que como agujas, pinchan mi alma, son pinchazos Chi quititos, suavecitos, pero constantes.
Los pinchazos me han quitado las ganas de gritar, de llorar.
Me están haciendo caer, es inevitable, cada día caigo en un agujero sin fondo,negro, no, mas bien gris con toquecitos de azul marino.
Es circular y a los lados tiene paradas, en las que descanso del trajín de caer. La hora de descanso es prácticamente la misma todos los días, en las noches cuando sueño, pero en las mañanas cuando despierto, una mano me empuja y sigo cayendo.
Un tiempo me acostumbre a caer, y lo deje de sentir. Pero ahora es insoportable, el agujero es cada vez mas ancho, la velocidad de la caída aumenta, las paradas están más lejanas, y ya no hay sueños.
Bueno, si, hay un sueño, pero uno solo, en el que estoy cayendo en un agujero sin fondo, me despierto y sigo cayendo, ya no puedo gritar, ni llorar, y giro y doy vueltas y ruedo y sigo ahí, no puedo salir.